Por Luisa Ochoa, en compañía de Karina Olarte, Camila Guazmayan y Juan Guerrero.

“Lo andino no se define únicamente por su dimensión geográfica, sino como una construcción simbólica y comunicacional que se expresa en lenguajes, prácticas y narrativas que conectan a comunidades diversas en torno a memorias compartidas. Esta perspectiva entiende lo andino como un territorio cultural en permanente transformación, donde los vínculos sociales se producen y reproducen a través de prácticas comunicativas que articulan lo ancestral con lo contemporáneo (Olarte Quiroz, Elbirt, & Burgos, 2022). 

Del 26 al 28 de noviembre de 2025, en Pasto (Nariño, Colombia), se celebró el IV Seminario Regional Andino de la Asociación Latinoamericana de Investigadores de la Comunicación (ALAIC) y el I Encuentro Internacional de Narrativas Emergentes en la Virtualidad, eventos dedicados a la reflexión sobre comunicación, territorio y saberes (ALAIC, 2025a; 2025b). Organizado por el Capítulo regional Andino de ALAIC, en alianza con la Universidad de Nariño, a través de su Maestría en Educación Virtual (MEV) y el grupo e-TIC, el encuentro convocó a instituciones y participantes de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Costa Rica y Colombia, en un esfuerzo por articular experiencias, investigación y pensamiento latinoamericano.

Desde la convocatoria, se planteó un horizonte provocador: “sentipensar lo andino desde la comunicación y sentipensar la comunicación desde lo andino”. Esa tensión entre cuerpo y concepto —entre sentir y pensar— definió el tono del encuentro y permitió que lo académico dialogará con la oralidad, la ritualidad, el arte y la fiesta.

Lo andino emergió como sensorium, como experiencia sensible y simbólica, abigarrada, como diría el boliviano René Zavaleta Mercado, que se activa en el cuerpo antes que en el concepto. Como afirmaba la convocatoria, se trata de un entramado donde “las narrativas ancestrales se encuentran con las transformaciones económicas, políticas y sociales contemporáneas”, potenciadas hoy por las tecnologías de información y comunicación, generando “nuevas narrativas, nuevas lógicas, nuevas simbologías”.

O Maestría en Educación Virtual fue el espacio que nos recibió. Su propuesta de educación rizomática reivindicaba que no es que las personas vayan a la universidad, sino que la universidad debe ir a los territorios, reconociendo cuerpos, historias y contextos. Esa educación, como nos explica su director el profesor Carlos Guazmayán, desborda los modelos lineales y centralizados para plantear procesos formativos que se nutren de los territorios y que devuelven a las comunidades el lugar de productoras de conocimiento. 

Visitar: https://www.udenar.edu.co/maestria-en-educacion-virtual/

 

Equipo organizador

Así, las investigaciones presentadas por sus estudiantes no eran abstracciones teóricas, sino relatos vivos: turismo comunitario en el corregimiento de Cabrera; experiencias educativas con niñas y niños en zonas rurales; narrativas vinculadas a identidad, memoria y territorio. La conversación estuvo marcada por una consigna inspiradora: “Conversar para construir mundos posibles” Ese vínculo entre territorialidad y virtualidad fue hilo conductor del encuentro: la virtualidad no como escape del territorio, sino como espacio para re-territorializar el sentido.


Dando continuidad al Seminario Andino de ALAIC como espacio de articulación regional e interinstitucional, en esta IV versión se contó con el apoyo y participación de diversas universidades latinoamericanas, entre ellas la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Jujuy (Argentina), la Carrera de Ciencias de la Comunicación Social de la Universidad Mayor, Real y Pontificia de San Francisco Xavier de Chuquisaca (Bolivia), la Universidad de Chile, la Universidad de La Serena (Chile), la Universidad Andina Simón Bolívar (Ecuador), la Universidad del Rosario – Escuela de Ciencias Humanas (Colombia), la Pontificia Universidad Javeriana – Facultad de Comunicación y Lenguaje (Colombia), y el Centro de Investigación en Comunicación (CICOM) de la Universidad de Costa Rica. A estas instituciones se sumaron asociaciones que acompañaron y respaldaron el proceso, entre ellas ABOIC – Asociación Boliviana de Investigadores de la Comunicación, y redes como la Federación Latinoamericana de Facultades de Comunicación Social (FELAFACS), la Federación Argentina de Carreras de Comunicación Social (FADECCOS) y la Asociación Colombiana de Investigadores en Comunicación (ACICOM).

Sensorium Andino: Territorio, música, espiritualidad y fiesta

“Ya la comunicación no puede ser solo entre los seres humanos, sino tiene que ver con esas energías y esa condición biótica que es el universo total”, afirma el profesor Carlos Guazmayán mientras nos conduce a observar los caleidoscopios colgados en el acceso al Auditorio “Aurelio Arturo”. La experiencia nos permite reaccionar ante las diminutas formas que giran, cambian de color y volumen mientras giramos el tubo con el logo del Campus de la Universidad de Nariño https://campusvirtual.udenar.edu.co/ , sin duda un sentir/se diferente.

En Pasto, lo andino no se percibe sólo con los ojos: se respira, se escucha, se toca y se celebra. Un verde intenso nos abraza por todas partes, el sutil trinar de las aves bulle bajo un cielo colmado de nubes mientras la humedad y la brisa nos conecta con el sitio.

El territorio aparece como una experiencia multisensorial donde las fronteras entre arte, ritual y cotidianidad se difuminan, revelando una estética que es a la vez política, comunitaria y espiritual. Más que un paisaje, lo andino es un sensorium: un entramado de prácticas que activan los sentidos y conectan al cuerpo con memorias antiguas, con lenguajes que no siempre son verbales, y con formas de sentir.

Esta descripción marca un hito antes del inicio formal del evento académico, el turno de la ritualidad encabezada por la ofrenda, la música y los cantos a la madre tierra, dirigido por la mama Patricia, Gobernadora del Cabildo Indigena Refugio del Sol. El despliegue es emotivo, con abundante simbología que fluye desde el piso hasta el sensorium de los presentes.

En ese mismo entramado cultural aparece, por ejemplo, la figura de Mario Fernando Fajardo Santander, músico, investigador y creador nariñense quien ha dedicado su obra a estudiar las raíces de las músicas tradicionales del sur de Colombia y a explorar el sonsureño y el currulao. Fruto de ese diálogo profundo entre tradición y experimentación, en 2012 creó el ritmo Gualao, gesto que condensa la herencia afroandina en una nueva forma expresiva y hace audible lo que el territorio guardaba: memoria, resistencia y una búsqueda permanente por nombrarse desde la propia sonoridad. Escuchar: https://youtu.be/sVNpXVcXbZQ?si=fi6iy1fQqUyoXFDp 

Además de la música, la producción audiovisual amplió el sensorium del seminario, convocándonos a sentir lo andino desde otras texturas. Por ejemplo, el documental “Como el agua, la piedra y la espuma” cuenta la historia de Liliana, joven indígena que recorre su territorio despertando memorias. En un encuentro con sus Mayores y con los lugares sagrados en medio de los Andes, evoca y reconstruye la sentencia de Juan Chiles, quien 200 años atrás invitaba a ser como el agua, la piedra y la espuma. Su voz viaja a través del río, hacia la palabra del pueblo Awá, y en el interior de la selva, la memoria —como el agua— brota, revelando que el pensamiento de origen habita y resiste en todo pueblo originario. Esta pieza audiovisual, dirigida por Lizeth Rodríguez y Liliana Taimal, no solo documenta, sino que encarna una poética de resistencia y continuidad, mostrando que lo andino no es únicamente paisaje, sino memoria viva. Ver en: https://vimeo.com/944537743 

Desde el tacto, la moda también narra: ponerse una prenda es sentir la textura, resguardarse del frío y vestir una memoria. Así lo muestra el trabajo del diseñador andino Ronald Pascar, que convierte cada pieza en una declaración estética y cultural. En su taller de Pasto, pasa del -sincretismo a la resistencia espiritual de La América Indígena-, cada telar guarda una historia y cada proyecto puede nacer de ese hilo que une territorio, moda y memoria. 

En el canal del profe Jose Miguel Pereira, pueden ver el hermoso trabajo expuesto en el Seminario https://youtu.be/gQuXWFwGGO4 

Del propio Pascar ver este video https://www.facebook.com/share/r/1DPMYVDYZN/ y para seguirle en: https://www.instagram.com/byronaldpascar_disonador/ 

El último día del encuentro se celebró la firma de un convenio entre la Universidad de los Pueblos Pastos y Quillacingas junto algunas de las instituciones académicas que convocaban el evento, entre ellas la Pontificia Universidad Javeriana, la Universidad de Nariño y la Asociación Latinoamericana de Investigadores de la Comunicación (ALAIC). Este acto marcó un momento histórico en la articulación entre universidades tradicionales y espacios de educación autónoma y comunitaria, reconociendo la legitimidad de los múltiples lugares de enunciación del conocimiento y la urgencia de construir diálogos interinstitucionales que trascienden los límites epistemológicos heredados. Allí me sentí -sujeto histórico-. Visita:https://www.unipastosyquillacingas.org/

Profesores Carlos, Jose Miguel, Taita Aldo, Fernando, Jair y Eduardo. Firma del convenio: Universidad de los Pueblos, Javeriana, Nariño y ALAIC

Fuera de los auditorios, Pasto se desplegó como territorio multisensorial: tejidos, comidas, música, vendajes simbólicos contra el frío.

Ele Santuario de Las Lajas, suspendido entre abismo y montaña, con placas de agradecimiento, recordaba que en lo andino la espiritualidad y la materialidad no se oponen. Ipiales como espacio de encuentro e intermediación entre la ciudad y el cañón del río Guáitara, en el cerro Pastará en medio del boscoso verde de las montañas que transitan hacia el santuario se convierte en una experiencia insuperable. En el Museo del Carnaval, lo andino se convirtió en color, humor y desmesura: una estética festiva que encarna memoria y resistencia cultural.

La Cocha

Santuario de Las Lajas

En La Cocha, lo andino fue agua, lucha, conservación, con más 42000 hectáreas dedicadas a proteger biodiversidad y prácticas ancestrales.  En este espacio habita el pueblo indígena Quillasinga que encuentra un sistema de equilibrio con la reserva natural. Allí el liderazgo de la gobernadora indígena Patricia Jojoa, también conocida como “Mamá Patricia”, nos invitó a caminar la palabra, se ha articulado a un proceso sostenido de recuperación y defensa de las tierras que rodean el resguardo. Su apuesta ha consistido en frenar la ocupación privada, la presión extractiva y la expansión de actividades agrícolas y turísticas que han fragmentado el ecosistema, para devolverle al territorio su vocación ancestral y comunitaria. La Gobernadora contó sobre las metodologías de aprendizaje y las formas de caminar el territorio.

… nos vamos a caminar, de una manera intergeneracional compartimos con los abuelos, abuelas, niños, niñas…. Vamos a ir a entregar una ofrenda a lugares sagrados, queremos ir a un Páramo… no hay una estructura de cómo se desarrolla, es a través de ir caminando que empieza a darse esa comunicación de la historia, a conocerse la flora, la fauna, lo sagrado, se rescatan los valores, ser solidarios, compartir… escuchar el territorio no solamente es escucharnos entre seres humanos, sino también empezar a sentir. 

Y a veces en ese caminar nos pasan cosas, situaciones. Una de ellas fue entundarnos qué significa perderse en la montaña o en un lugar, empezamos a dar vueltas en el mismo lugar y nos damos cuenta que hemos pasado como tres veces… ahí donde los mayores dicen -a ver de todos los que estamos aquí alguien tiene un pensamiento malo, alguien le está pasando algo, por favor armonicémonos, hay que armonizarnos.-

El que no conoce, no ama y el que no ama no defiende, por eso decimos que primero hay que conocer para amar, y amar para conservar. Ver transmisión del Seminario Minuto 1:42: https://www.youtube.com/watch?v=ffQnhl1nYXc

Jair, Karina, Jose Miguel y Patricia (nuestra Gobernadora)

Desde el gusto, las cocinas para la paz encuentran en la huerta y en las ollas de don Aníbal Criollo y su familia un diálogo suspendido a través de verduras, trucha, flores y algunas recetas innatas como herencia de la sobrina Marcela, que aunque se fue pronto de este mundo, un legado de creación de postres y otras recetas a la luz de la producción orgánica que la tierra regala en una relación estrecha entre la vida de los seres humanos y su entorno natural se concretan en el restaurante Naturalia. En Naturalia, la filosofía es lograr una cocina ambientalista con rescate de la gastronomía ambiental con ingredientes locales. El restaurante fue galardonado  con el Premio Nacional de Cocinas Tradicionales de Colombia en 2022. La comida andina es una forma de sensorium también donde la concreción de las prácticas y las formas de transmisión de las recetas nos articulan alrededor del compartir y del calentarse en las tierras frías de Nariño alrededor de la laguna con los hervidos preparados con jugo de frutas, panela y el chapil o agua ardiente. Visitar: https://www.instagram.com/restaurantenaturalialacocha/ 

Fotos de Karina en restaurante Naturalia

Esta Venecia colombiana (casitas construidas en madera sobre los lados de la laguna) no solamente nos devela que el cuidado de la naturaleza es un convivir juntos y juntas en una reserva natural que tiene en su seno la razón del ser andino, sino que inspira a cuidarnos entre todos para convertirnos en agua, tierra, bosque, montañas, nubes, aves y a la vez un ser humano sensible y comprometido en la construcción permanente de identidad y referencialidad en los elementos que nos rodean y con los cuales habitamos vidas, nuestras vidas.

El camino en La Cocha cierra el ciclo iniciado por la ritualidad días atrás, y el sensorium se torna más agudo, la vivencia se torna en memoria colectiva.

También aprendí de los y las jóvenes el concepto de la hora loca, un momento que se da alrededor de las 12 de la noche, donde se permite liberar la felicidad de todos los presentes al poder compartir la celebración: aparece en bautismos, fiestas familiares o encuentros comunitarios, cuando ya se ha comido, conversado y tomado algunas bebidas, y el cuerpo se dispone a otra cosa. 

Juan, estudiante de Educación Ambiental, quien desde el inicio del proceso me apoyó con el cubrimiento comunicacional —tomando fotos, haciendo entrevistas y registrando los detalles que después se olvidan—, me explicó que se trata de bailar una o dos horas ritmos de los Andes junto a melodías propias del guaico nariñense, saltando sin parar. La energía la ponían los Raleros de San Juan, el Trío Fronterizo y Los Ajices (una banda de Sandoná-Nariño); en ocasiones, se sumaban canciones del Grupo Néctar. El ritmo llevaba a los cuerpos a un trance festivo donde la lógica se suspendía y la celebración se volvía memoria corporal, ahí lo andino fue energía comunal, fiesta situada, cuerpo colectivo orgullosos de las raíces campesinas de Nariño. 

Escuchar:

Con Juan y Lina estudiantes de la Universidad de Nariño, en el museo del Carnaval.

Así, lo académico convivió con lo afectivo. Hubo presentaciones, debates, pero también abrazos, complicidades, y humor compartido. Conversaciones extensas y risas que curan el cansancio. En los pasillos, en la buseta y en la casa de la profesora Camila, quien nos recibió el último día, se tejieron vínculos que no estaban escritos en el programa: alianzas afectivas, celebrando la vida de amistades instantáneas, gestos que sostienen comunidades.

Túneles, despedidas y retorno

En la noche de cierre no solo sonó la música de Nariño, también el rock en español que todos reconocemos y coreamos casi sin pensarlo, con canciones de Los Fabulosos Cadillacs, Los Prisioneros o Manu Chao, que aparecían como puentes generacionales y afectivos. Se escucharon además las músicas que trajeron las y los colegas de Argentina, con un homenaje a Diego Maradona que, aunque surgido del extremo sur, encontró resonancia en quienes estábamos allí, Diego también es Andino; lo mismo ocurrió con el tinku de Bolivia, ese ritmo ritual y acelerado que se baila saltando al compás del clásico “T’una papita ” de Los Kjarkas y luego más movimiento con los caporales bolivianos, y todo se mezcló con la salsa colombiana y algún que otro vallenato que se coló entre las listas. Esa mezcla improvisada —entre lo local y lo regional— convirtió el cierre en un mosaico sonoro donde cada quien reconocía algo suyo, algo lejano o algo inesperado, y donde la fiesta funcionó como un modo de tejer puentes entre territorios, ritmos y afectos.

Bailar: https://youtu.be/ooP4GFIZTc8?si=HZRatgI1kCfTdntG – T’una papita 

 

Antes de partir, el personal del hotel Don Saul (Hoteldonsaul.com) nos despidió con la misma amabilidad con la que nos recibió.  Entre el camino que me llevaba de San Juan de Pasto al pueblo de Chachagüí —donde está el aeropuerto—, un lugar más cálido y conocido por sus piscinas y por ese cambio sutil en el aire, Camilo, joven taxista y estudiante de sistemas, me ayudó a terminar algunos detalles de este relato. Tiempo después atravesaba el Túnel de Daza, tres kilómetros bajo la montaña, como si para dejar la “ciudad sorpresa” de Colombia-resguardada por sus montañas y su volcán- hubiera que pasar por las venas de la tierra. 

Vea más de la ciudad sorpresa en el canal del prof. JM: https://youtu.be/lURqKXDo1Co 

Con Camilo antes de subir al avión

De regreso, con notas, fotos y cansancio, las preguntas volvieron, no para cerrarse, sino para seguir abriendo: ¿Qué es lo andino? Tal vez, lo andino es una manera de sentir el pensamiento: una estética de lo abigarrado, una política del territorio, una ética del cuidado y una epistemología de la fiesta. Un modo de habitar el mundo.

 

Referências

ALAIC. (2025a). IV Seminario Regional Andino. Asociación Latinoamericana de Investigadores en Comunicación. https://alaic.org/seminarios-de-la-asociacion/iv-seminario-regional-andino-2025/

ALAIC. (2025b). Agenda del I Encuentro Internacional de Narrativas Emergentes de la Educación en la Virtualidad (MEV–ALAIC 2025). Asociación Latinoamericana de Investigadores en Comunicación. https://alaic.org/wp-content/uploads/2025/11/Agenda-e-MEV-ALAIC-2025-1.pdf

ALAIC. (2025c). La Asociación Latinoamericana de Investigadores de la Comunicación. Asociación Latinoamericana de Investigadores en Comunicación. https://alaic.org/

Universidad de Nariño. (2025). Maestría en Educación Virtual (MEV) – Grupo e-TIC. Universidad de Nariño. https://www.udenar.edu.co

MEV. (2025). Comunicado institucional: IV Seminario Andino ALAIC y I Encuentro Internacional de Narrativas Emergentes en la Virtualidad. Universidad de Nariño.

Olarte Quiroz, K., Elbirt, A. L, & Burgos, R. (2022). Lo andino como región y expresión comunicacional: Cartografías simbólicas y prácticas culturales. Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET). https://ri.conicet.gov.ar/handle/11336/205248

Sánchez, S. (cit. en MEV, 2025). Pensamiento y comunicación popular latinoamericana. Universidad de Nariño.



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